Monday, December 15, 2008

Une Étape De Babylone

¡Cuántas mujeres hermosas he perdido por no saber hablar el francés! Es incontable la cantidad de muchachas que se han mojado al oír mi apellido trisílabo: Cou-si-neau (Q-si-no), y que me alucinaban en el momento como un francés romántico, solamente para que al final su concha pantanosa se vuelva en menos de un micro-segundo en un desierto árido al enterarse de que en verdad soy un verdadero “auquénido” (como alguna vez dijo Flores Nano) con caparazón de ario anglo-sajón que solo sabe pronunciar algunas palabras en francés. (Ojo que yo no creo en razas ni nada por el estilo. Pero varias muchachas si cree en esa mierda.)

La semana pasada en medio del trajín de los finales mientras me dirigía a un “studyroom”. Me tope con una hermosísima sueca que me pidió mi ID para ingresar al lugar. Me quede en el instante pegado, contemplando su hermoso rostro: tenía un piercing de diamante, obviamente falso, en la nariz y un aro en el labio inferior.

Me acorde de lo que me dijeron mis amigos Europeos que me hice en mi viaje a San francisco: “Las suecas son las más putas del continente”. No pude contener mi imaginación: me la imagine llevándomela al baño, encerrándonos en uno de los urinarios, rompiéndole el vestido y arrodillándola para que me mamara la verga con ese aro tan sexual que tenía en el labio.

[Prueba contundente de lo arpías que son las suecas. Foto tomada por una de las personas que más estimo, Jamin. Una sueca que se acostó con un inglés después de 2 horas de haberlo conocido. Esto fue en mi viaje a San Francisco.]



“¿Me vas a dar tu ID?”

“Si si, disculpa. Aquí tienes” le dije agitado. Como si me despertara de una corta pesadilla.

“¿Cousineau? ¡¿Eres francés?!”

“Puta madre… ahí va otra…” me dije. Alistándome por la próxima decepción que le iba a dar.

“No… naci aquí, en Miami” Le respondí… imaginándome como la chica me tildaba de a pocos como un yankee panudo.

“Pero mi viejo es de allí” le mentí. Para ver si aun tenía chance con esta mujer impactante.

“¿Entonces sabes hablar francés?” me pregunto con una mirada caletamente seductora.

“¡Puta madre porque no estudie francés en el puto cole! ¡Porque mierda no tome cursos en francés! ¡No puede ser! ¡Otro chance perdido carajo!” pensé. Mientras inútilmente intentaba estrangular mis adentros.

“No… nunca aprendí el francés” le dije a la chica, completamente resignado.

Me miro con decepción. Así como lo hace una muchacha calentona cuando se entera que su presa es un chibolo desabrido. Pero aun así no perdí las esperanzas de lograr algo con esta europea. Trate de tomar el rol de latin lover.

“Pero se español. Me crie en Perú”

“¡Qué chucha acabo de decir! ¡Vivo en Miami! ¡Esta mierda no es estados unidos aun!” pensé.

“Oh… Yo nací en Suecia y aprendí francés en mi colegio. Pensé que iba a poder practicarlo contigo. Que lastima…” me lo dijo mientras me entregaba mi ID.

Estaba pensando decirle que tal vez ella me podía enseñar francés y yo español. Pero ya estaba resignado... se me vino a la mente todas esas oportunidades que tuve para jilearme a féminas. Todas esas veces que las chicas se mojaban cuando pensaban que era francés pero que de allí se volvían áridas al darse cuenta que era un gringo arrepentido que trata de aparentaba ser un latino seductor.

Porque mierda me dedique a ludopatear y no a aprender el francés para poder aparentar ser un Parisino apuesto y romántico… maldito sea carajo… Está decidido: en mi viaje a Perú me dedicare a aprenderlo.

[Porque no puede ser tan fácil como eso… “Confusion. No connections. Come here. I love you. Peace on earth. Will you die for me? Eat me. This way. The end.” Angels and Sailor, Jim Morrison.]